Las dalias llegaron a Europa desde México en 1780, y desde entonces, se han pagado a lo largo de la historia, grandes sumas de dinero por sus semillas, de hecho, la esposa de Napoleón, Josefina, tenía una envidiable colección de esta flor en su palacio de Malmaison, cerca de París.
Es una flor muy apreciada por su valor ornamental y que podemos encontrarnos en multitud de colores, exceptuando el azul y el verde, e incluso podemos encontrarlas bicolores, de ahí que algunas novias la elijan para conformar su ramo, ya que es una flor muy original y con unos colores realmente exquisitos.
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